Desde aquí queremos desearos Feliz Navidad a todos, que disfrutéis mucho en familia y se cumplan vuestros deseos.
A continuación os dejamos el testimonio de Enrique, uno de los voluntarios que asiste al Comedor Social Virgen de la Acogida de Badajoz.
El valor de una sonrisa.
El valor de una sonrisa, una sonrisa tiene poderes ocultos que no podemos ni imaginar, escondido bajo un gesto simple y muchas veces habitual hay multitud de valores, sensaciones y sentimientos; no me olvido que existen muchos tipos de sonrisas, pero como me considero muy optimista me centraré en la sonrisa de verdad, la que nace del corazón, de lo más profundo y arraigado de cada uno y que concedemos al mundo tan pocas veces. Cuando usamos esa sonrisa la vida se vuelve de otro color porque expresamos la felicidad que nos embarga, con esa sonrisa, la más contagiosa de todas, podemos extender la dicha particular a los corazones de cuantos nos rodean. Mi deseo es transmitir el valor de esa sonrisa e invitaros a todos a sonreír y a hacer sonreír a los demás. Aterrizando, cuando uno viene al comedor o cualquier otra obra social no puede venir con cara de amargado, eso no pega, lo que si que apetece es compartir con todos la felicidad de ayudar a los que más lo necesitan; además debéis tener en cuenta que muchas de estas personas a pesar de su aparentemente triste vida vienen con una de esas magníficas y contagiosas sonrisas que nos hacen sonreír a todos los voluntarios. Finalmente mi más profundo deseo es que el lector, al terminar de leer esto tenga una sonrisa y la firme promesa de sonreír más a menudo.
Enrique Fraga Sierra.