Todos se encontraban muy deseosos, ya que a principios de marzo el mal tiempo hizo que se suspendiera la acampada que tenían pensada en Salvaleón.
Comenzó a las 16.30 del viernes, y a lo largo de la tarde y del día siguiente tuvieron juegos, ratos de descanso y algunas oraciones. Sin duda los niños y los animadores terminaron contentísimos de la misma.