20 agosto 2012

Dando C@lor: Un rayito de luz para los niños peruanos

7966800La situación en Perú es preocupante. Mientras en España la probabilidad de supervivencia de los niños hospitalizados en el área de oncología pediátrica está próxima al 80%, allí es del 20%. Tan enorme diferencia no es nueva, pero se hizo más patente hace un par de años cuando una niña procedente de Perú comenzó a ser tratada en el hospital Materno Infantil de Badajoz, donde entró en contacto con los animadores sociales de la asociación 'Dando color y calor'. Ese contacto fue intenso y cuando la niña regresó a Perú, los voluntarios decidieron poner en marcha un nuevo proyecto para ayudar a los niños hospitalizados en el país sudamericano.

Así nació el programa 'Nuevos horizontes Perú', que comenzó su andadura hace ya tres años y este verano ha permitido que cuatro voluntarios pacenses viajaran a Lima para comenzar a trabajar con familias peruanas. Se trata de César Casado, profesor y psicopedagogo del colegio Oscus; María Teresa Muñoz, maestra de infantil y psicopedagoga del colegio de los salesianos de Puebla de la Calzada; Irene Vázquez, que estudia el último año del grado de magisterio, y José Antonio Rosa Lemus, profesor del colegio los maristas.

Para poder llevar a cabo un proyecto común entre Perú y Badajoz, era necesario primero que en la capital peruana se creara una entidad jurídica, por lo que un grupo de padres y madres que tienen o han tenido relación con esta enfermedad constituyeron el colectivo 'Rayitos de luz y esperanza'.

peruanos--647x231El primer objetivo que se marcaron los voluntarios pacenses fue conocer la realidad de la oncohematología pedriática en Perú, concretamente en la ciudad de Lima por tener el hospital de referencia para todo el país y tratarse del lugar adonde se remiten la mayoría de los diagnósticos.

José Antonio Rosa Lemus, coordinador de 'Dando color y calor', destaca lo gratificante que ha sido la experiencia vivida en los hospitales 'Guillermo Almenara' y 'Edgardo Rebagliati', en los que han trabajado durante los 16 días que han permanecido en Sudamérica.

En esta primera experiencia, el trabajo se ha dividido en dos líneas fundamentales: por un lado, la formación del voluntariado; y por otro, la formación de los trabajadores de los centros para que los niños tengan una atención íntegra y se mejore la coordinación de los profesionales y la utilización de los recursos. La formación para los médicos, enfermeros, auxiliares y psicólogos ha sido variada. Los voluntarios pacenses les han explicado cómo dar malas noticias, cómo transmitir la información al niño y su familia ante un diagnóstico de cáncer, o cómo hacer frente al síndrome de 'burnout' o del trabajador quemado.

7966849José Antonio reconoce que han notado la gran separación que hay entre las familias y los profesionales. «Y no es por falta de interés, es porque ven que si se implican, el sufrimiento es enorme por el alto porcentaje de fracaso y por eso intentan poner un espacio en medio».

Las conclusiones que sacan de esta vivencia son muy positivas, ya que sienten que han aportado su granito de arena y que han aprendido mucho.

El año que viene tienen pensado regresar con un grupo de 4 a 6 voluntarios, quizás algunos días más porque tienen en mente desplazarse a otra ciudad en la que se está construyendo actualmente un hospital y así poder hacer lo mismo que este año en Lima: conocer la situación y averiguar si hay aspectos donde pueden ayudar.

Ahora que se han acercado a la realidad peruana y saben las posibilidades que tienen de colaborar desde Badajoz, se han puesto en marcha muchos proyectos nuevos allí, como el de sofás-cama para los papás o el que fomenta la incorporación 'papis' (patucos verdes) para entrar en la zona de hospitalización, ya que si no se cubren los zapatos son un foco de infecciones. También han trabajado el apoyo escolar, que es muy importante porque se transmite a los niños «que hay futuro después del tratamiento».

Todo esto y muchas mejoras más hacen que se favorezca el estado de ánimo de las familias y eso implica que se enfrenten de una mejor manera a estos problemas. El grupo de voluntarios 'Dando color y calor' nació coincidiendo con la creación del área de oncología pedriática en el hospital Materno Infantil de Badajoz, donde se atiende a los niños enfermos de cáncer procedentes de toda la región.

Hace ya seis años que este equipo de personas está alegrando los días de los chicos y chicas hospitalizados en Badajoz. Así fue como nació la asociación, con el objetivo de 'ser y crear familia'. Dentro de su labor en la capital pacense, también tiene varios programas de los que informa en su blog. Entre ellos están el de 'Respiro familiar', que implica que los voluntarios se quedan con los niños en el hospital para que los padres puedan descansar un poco. Otra iniciativa es la titulada 'Adopta un famoso por un día', que ha permitido a los niños hospitalizados conocer a personajes como Naím Tomas, Rosana o Siempre Así. El tercero se llama 'Vive conCentro' y ofrece acompañamiento religioso a las familias que los soliciten.

Uno de los puntos fuertes de 'Dando color ' es la formación de voluntarios, ya que ponen mucho interés en que todas las personas que trabajen en el programa se sientan parte del proyecto por igual para evitar que la entrada y salida de voluntarios afecte al programa. «No es un proyecto de cuatro personas en el que tú vienes a echar una mano, aquí todos los voluntarios son igual de importantes».

Por último, José Antonio Rosa ha hecho público su agradecimiento en nombre de 'Dando color y calor' por la participación de los pacenses en la gala de 'Humor para la esperanza' que tuvo lugar en el López de Ayala. «Sin el dinero que se recaudó no habría sido posible esta experiencia».

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Fuente de la noticia: Diario HOY

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